Entrevista a Mara Torres en Impasse Mag

“El reto de los medios de comunicación públicos es trabajar para los ciudadanos".

                                     
Compartimos con la periodista Mara Torres (Madrid, 1974) un par de cafés para hablar de la profesión y de literatura. El primero, en un rincón especial de la ciudad que la vio nacer, el jardín del Museo del Romanticismo, sirve para hablar de radio, televisión y de la función social de los medios públicos. Con el segundo, en la cafetería Naif de Malasaña, nos explica el largo y difícil proceso de escribir un libro y confiesa qué es para ella lo más importante de la vida: el amor.

Impasse Mag: Alguien podría considerarnos compinches de la Cadena Ser a la hora de promocionar su prolífica cantera de periodistas. Y es que Miguel Ángel Oliver o Javier Ruiz han pasado por nuestro magazine antes y hemos recordado su paso por la radio. Y en concreto haber trabajado con Iñaki Gabilondo. ¿Cómo es y qué le queda a un profesional de aquel aprendizaje que comienza en 1995?

Mara Torres: La radio ha sido mi primera gran escuela profesional y en los 12 años que trabajé en la Ser tuve la oportunidad de compartir redacción con muchos profesionales, entre ellos Gabilondo, pero de él aprendí sobre todo como oyente porque trabajé sólo unos meses en ‘Hoy por Hoy’. A quien estoy realmente agradecida es a Gorka Zumeta, que me enseñó a tener respeto al micrófono, y a los compañeros con los que empecé: Sergio Castro, Lala García, Mariló Maldonado, Tano Juárez. Los seis primeros años viví una etapa alucinante muy vinculada al periodismo cultural. Hacíamos un programa de fin de semana (‘La gran evasión’) y me recorría todos los teatros, garitos y salas de exposiciones buscando a quien entrevistar. Fue una etapa apasionante para mí, llamábamos a poetas, músicos, escritores, cineastas…, entrevistamos a Jorge Drexler, Amenábar o Eduardo Noriega cuando prácticamente acababan de empezar, hace 20 años, y aquella época marcó mi forma de entender la profesión.

IM: Decir que es usted la voz cómplice de toda una generación puede sonar pretencioso pero considero que es una realidad. Para quien no lo sepa usted dirigió y presentó el programa ‘Hablar por hablar’ en la SER desde 2001 hasta 2006. En Demografía se entiende que una generación abarca cinco años, así que no ando mal encaminado. ‘Hablar por hablar’ es un espacio de madrugada con testimonios y revelaciones de los oyentes creado por Gemma Nierga en 1989. ¿Cómo surge la posibilidad de conducir un espacio de esas características y qué considera que aportó usted a un formato tan particular como ese?

MT: Teniendo en cuenta que rozábamos el millón de oyentes y el perfil era poliédrico, creo que tienes razón cuando dices que mi paso por ‘Hablar por hablar’ tiene algo de generacional. Mucha gente de mi generación escuchaba el programa, supongo que estudiaban o trabajaban por las noches y coincidía en que estábamos todos desvelados. Siempre he pensado que mi mayor aportación al programa fue que me sentía una oyente más. Escuchaba las historias que me contaban con verdadera atención y me provocaban las mismas sensaciones -me emocionaban, entristecían, me hacían reír o pensar o enfadarme- como al que estaba escuchando al otro lado de la radio. Eso creó entre nosotros empatía y, de alguna manera, sentíamos que el programa era nuestro, de todos. También era muy joven, así que, todo lo que contaban me parecía curioso y me fascinaban las voces y las historias de los que llamaban. Era como si cada noche abriera un libro de relatos.

IM: Se había licenciado en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid en 1998, pero años después, en 2003, vuelve a las aulas para doctorarse en Lengua y Literatura. ¿Era una espina clavada del pasado o una motivación que surge posteriormente?

MT: En 1996 entré en la Ser, pero estaba en tercero de carrera. Cuarto y quinto los saqué mientras trabajaba como becaria y luego tuve un contrato en prácticas que, por cierto, estiraron durante años. En 2003 comencé los estudios de Doctorado en el departamento de Lengua y Literatura de mi facultad, y el 2006 presenté al tribunal el trabajo para obtener la Suficiencia Investigadora, el DEA. Siempre me ha gustado estudiar, la verdad. Luego, cuando ya estaba en la tele, en vez de dedicarme a la tesis doctoral, me matriculé en otra carrera, Literatura Comparada, pero solo me saqué unas cuantas asignaturas, recuerdo que me pasé unas vacaciones de Navidad estudiando y haciendo trabajos y me dije: “Uf, creo que voy a dejar las clases por un tiempo”.

IM: Tras más de una década en la radio da el salto a la televisión para presentar el formato informativo más premiado en nuestro país en los últimos años, quizá junto a ‘Informe Semanal’. Se trata de ‘La2noticias’. ¿Cómo surge esa posibilidad y cómo se plantea ese cambio?

MT: Recibí una llamada al móvil, un poco antes del verano del 2006. “Soy Fran Llorente y te llamo porque quiero que vengas a ‘La 2 Noticias’, ya sé que dices siempre que no, pero quiero intentarlo”. Era verdad, siempre había dicho que no a las ofertas de televisión que me habían hecho, pero a Fran le dije:“Sí”.

IM: ¿Cuál es la labor de un presentador de noticias y qué puede aportar para no ser un mero busto parlante que lee un prompter?

MT: El equipo de ‘La 2 Noticias’ es pequeño, somos diez personas, y todos, tanto el editor (José Luis Regalado) como los adjuntos, los redactores y realización nos dejamos la piel. El equipo de edición elabora la escaleta y a partir de ahí, aportamos ideas, sugerimos otras noticias, decidimos las músicas y concebimos el informativo como un proyecto común. Compartimos la manera de ver el mundo y la actualidad y lo trasmitimos al espectador. Ni mis compañeros ni yo concebimos otra manera de ejercer la profesión si no es creyendo en lo que hacemos.

IM: Cuando se habla de censura o manipulación en RTVE y de protestas de los profesionales que forman la casa, ¿qué se cuenta y qué no llegamos a conocer desde fuera sobre esas presiones?

MT: Yo te cuento lo nuestro: ‘La 2 Noticias’, como sabes, lleva 20 años en antena. En estas dos décadas, se han producido tres cambios de gobierno y cuatro cambios en la dirección de informativos de TVE. Por ‘La2N’ han pasado diferentes editores, presentadores y redactores, pero los pilares del informativo siguen siendo los mismos: independencia, pluralidad y defensa de los derechos humanos. Y, si bien es cierto que hace años que vivimos en los márgenes de la programación, también te digo que los responsables siempre han respetado nuestra forma de entender el periodismo. Tuvimos un único caso que consideramos censura en noviembre de 2015 e hicimos lo que pensamos que era nuestra obligación: denunciarlo públicamente y llevarlo al Consejo de Informativos para que elaborara un informe independiente sobre lo ocurrido. El informe nos dio la razón.

IM: ¿Cómo puede un medio de comunicación público cumplir con el objetivo de servicio general informativo con estas circunstancias?

MT: Los medios de comunicación públicos, en democracia, tienen sentido si son independientes, veraces y plurales. Lo dice el artículo 20.3 de nuestra Constitución, que protege el derecho a una información libre y veraz. Esto significa que no puede depender de ningún gobierno ni político de turno, ni de ningún poder económico ni empresarial. Y creo que ese es uno de los retos que tenemos por delante los medios de comunicación públicos: transmitir y convencer al ciudadano de que trabajamos para ellos, tener su confianza y ser su referencia informativa. Así que, contestando a tu pregunta, te diré que no es que un medio de comunicación público “pueda” cumplir con el objetivo, es que “debe” cumplirlo y si alguien considera que no se cumple, es que no se está haciendo bien.

IM: Recientemente hubo una polémica porque la Radio Televisión de Castilla-La Mancha había contratado a una actriz (Raquel Martín) sin estudios de Periodismo para presentar el informativo del fin de semana. ¿Qué opinión le merece este hecho?

MT: A lo largo de su historia, los informativos públicos y privados los han presentado y los presentan profesionales con múltiples perfiles. A mí lo que me interesa de veras es lo que se dice, el contenido de la información, lo que se cuenta. Las diversas lecturas de la actualidad, el orden de las noticias, las imágenes que se seleccionan y la capacidad de ir más allá de un titular.

IM: ¿La televisión es sexista?

MT: El mundo es sexista, pero quiero pensar que estamos progresando adecuadamente.

IM: Un espacio tan estable como ‘La 2 Noticias’ ha vivido sin embargo turbulencias en los últimos años. Primero con el cese, quizá controvertido, como editor de Iñigo Herraiz en 2013, y ahora, más recientemente con un movimiento de escaleta que empuja la hora de emisión de su informativo a un horario “difícil” por no usar otro calificativo. ¿Cómo afronta estos cambios?

MT: La turbulencias horarias me afectan en la medida en la que afectan al espectador. Me pongo en su lugar y sé que no es fácil para ellos encontrarnos en la programación. De modo que yo solo puedo agradecer infinitamente a quienes, a pesar de las turbulencias, hacen por encontrarnos. A los que nos siguen en Twitter para ver la hora de emisión, nos ven en internet al día siguiente y siguen queriendo saber cuál es nuestra forma de contar la actualidad. Después de todos los cambios a los que nos someten, me emociona cuando alguien me para por la calle para decirme: “Enhorabuena, seguid así”.

IM: Hay campañas de telespectadores en redes sociales para retomar el anterior horario. ¿Qué diría usted al respecto?

MT: Que nos quedamos flipados cuando vimos la campaña que se había montado.

IM: Cojamos uno de sus informativos al azar. En el sumario hay una noticia sobre el exótico examen de conducir a motoristas con olor a sudor en Indonesia o la noticia de una librería en Oporto ¿Qué tiene de especial ‘La2noticias’? ¿Qué diferencias hay entre la configuración de un informativo convencional y el estilo de su espacio?

MT: En mi opinión, una de las claves de este informativo es la lectura entre líneas. Efectivamente, una de las noticias que llevamos un día era el examen en Indonesia, pero no estábamos hablando del olor a sudor, sino de la humillación a la que se someten a los trabajadores al obligarles a hacer ese examen para contentar al cliente. Te pongo otro ejemplo: nosotros somos capaces de abrir ‘La2noticias’ con el último número de Asterix y Obélix. Algunos, los menos, verán sólo unas viñetas de dibujos animados, pero los espectadores de ‘La2noticias’ estarán viendo un paralelismo entre el cómic y las políticas de asilo de Francia. Es algo que me fascina de nuestros espectadores, que siempre las cogen al vuelo.

IM: ¿Cuál ha sido la noticia más alegre/divertida que ha dado? ¿Y aquella en la que ha sentido un mayor desasosiego?

MT: Hay decenas de un lado y de otro, pero la noticia que más me impresionó dar fue la muerte de Michael Jackson porque fue del todo inesperada. Nos pilló haciendo ‘La2noticias’ y yo siempre me quedé con ganas de ser más espontánea y decir: “¡No sabéis qué ha pasado! ¡Se ha muerto Michael Jackson!”. Cuando salí del informativo, tenía un montón de mensajes de amigos que me decían: “¿Se ha muerto de verdad?” Y yo les decía: “De verdad no lo sé, pero se ha muerto”.

IM: De la actualidad política española, qué le llama más la atención, las rastas, el bebé de Bescansa, que no haya gobierno constituido, la situación en Cataluña. A veces tengo la sensación que se intenta desviar la mirada y los periodistas picamos. ¿Qué le parece?

MT: Que yo no la desvío. ¿Y tú?

IM: ‘Sin ti. Cuatro miradas desde la ausencia’ es otro de sus títulos. Por hacer un paralelismo, con el que no me gustaría pecar de simplón, recuerdo el primer libro de su compañero Carlos del Amor, también de relatos. ¿Es este el género más asequible para una transición desde el mundo periodístico al literario o es mera coincidencia? ¿Por qué lo elige usted? Ahora que lo pienso, otro periodista de su generación, Juan Gómez-Jurado, empezó con un thriller policiaco.

MT: Yo no diría que me empecé con un libro de relatos, sino con un libro de entrevistas noveladas. ‘Sin ti’ fue un paso entre el periodismo y la literatura. Todo lo que está narrado parte de los testimonios de los cuatro protagonistas y aunque, al ser novelado, pueda parecer que hay parte de ficción, es realidad. De hecho, uno de mis trabajos para la suficiencia investigadora lo hice a partir de esa idea: la entrevista novelada, un género que exigía el rigor del contenido de una entrevista y la libertad narrativa que ofrece la literatura.

IM: Los relatos están protagonizados por personas que han perdido un ser querido. ¿Cómo se afronta la vida con una ausencia de ese calibre?

MT: El libro habla de la ausencia, sí, pero es un homenaje a la vida compartida.

IM: En octubre de 2012 usted queda finalista del Premio Planeta con su novela ‘La vida imaginaria’. Una historia de amor, fracaso y eterna reinvención. ¿Es ese el círculo vicioso en el que nos encontramos en nuestras vidas? Vivir, caernos, volver a levantarnos para seguir viviendo y volver a tropezar con el destino ingrato…

MT: ¡Qué dramática te ha quedado la pregunta! El amor es lo mejor de la vida, pero uno tarda en encontrarlo y cuanto más romántico eres, más tardas, o eso me parece a mí. En todo caso, lo que más me sigue sorprendiendo de ‘La vida imaginaria’ es la empatía que establece el lector con el personaje. Cuando gané el premio, hice una fiesta y todos llevaban una chapa que decía: “Yo también soy Fortunata”. La novela aún se sigue vendiendo, aquí y en extranjero, y se han hecho hasta tesis y trabajos de universidad. Hace poco me escribió una traductora egipcia que había dado una conferencia sobre la novela en el Instituto Cervantes de El Cairo.

IM: ¿El amor existe? Y si es así, ¿a qué sabe? ¿Qué color tiene? ¿Cuál es su tacto? ¿Cuánto dura? ¿Dónde se compra?…

MT: Ese es el misterio del amor, que deja mil preguntas en el aire.

IM: ¿Qué valor tiene un premio en la carrera de una escritora? ¿Qué vale más un premio concreto o un comentario cómplice de un lector contento con la lectura de su libro?

MT: Ganar del Finalista del Planeta ha sido, sin duda, una de las mejores cosas que me han ocurrido a nivel profesional y estoy profundamente agradecida al jurado y a quienes decidieron que mi novela pasara a formar parte de los premiados con este galardón que te acerca a miles y miles de lectores.

IM: Como escritora, cómo aborda el hecho de sentarse delante de un papel en blanco y cómo es el proceso de creación del imaginario de unos personajes dentro de una historia que tiene un principio y un final.

MT: Para mí es un proceso largo y difícil. Tardo mucho en escribir porque corrijo constantemente y mi cabeza bulle todo el tiempo, de modo, que no soy la mejor compañía para nadie, pero por otra parte, escribir me produce unos niveles de felicidad imposibles de explicar.

IM: Dígame que está involucrada en un nuevo libro y confiese algún secreto sobre el mismo…

MT: Estoy involucrada en un nuevo libro, sí. Y sigo escribiendo con los pies sobre una maleta que tengo debajo de la mesa.